TÜV SÜD destaca la importancia de la salud mental en el entorno laboral en el Día Mundial de la Salud Mental
Después de un año récord de bajas laborales relacionadas con trastornos mentales y de comportamiento, la empresa líder en inspección, ensayos y certificación repasa las causas, el impacto y las soluciones para garantizar espacios seguros y saludables.
Con motivo del Día Mundial de la Salud Mental, TÜV SÜD subraya la necesidad urgente de transformar los entornos laborales en espacios más seguros y saludables, teniendo en cuenta que, en 2023, las bajas laborales relacionadas con trastornos mentales y de comportamiento han alcanzado cifras récord en España, superando las 600.000, lo que representa un aumento del 15,8 % con respecto al año anterior, según datos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.
Este considerable incremento muestra la necesidad urgente de que las empresas adopten políticas proactivas para prevenir y gestionar los problemas de salud mental en el trabajo, previniendo situaciones de desigualdad y discriminación, cargas de trabajo excesivas o inseguridad laboral.
Lourdes Mora, responsable de sostenibilidad social de TÜV SÜD, destaca que “cuidar la salud mental de los empleados no es solo un derecho fundamental, sino también un factor clave para generar eficiencia en las organizaciones y garantizar la fidelización del talento. Actualmente, existen todavía muchas organizaciones que no cuentan con políticas específicas para detectar, prevenir y abordar la salud mental de sus empleados, por ello hoy, que celebramos el Día Mundial de la Salud Mental, es un buen momento para repasar las causas, el impacto y las soluciones para abordarla”.
Causas del problema y su impacto en las organizaciones
Los problemas de salud mental en el trabajo suelen ser el resultado de una combinación de factores personales y organizacionales. Entre las causas más comunes se encuentran el estrés laboral, las dificultades para conciliar la vida personal y profesional, un ambiente laboral tóxico, la falta de autonomía, la inseguridad laboral y la sobrecarga de trabajo. Situaciones donde las demandas laborales superan la capacidad de los empleados, la presión constante por cumplir plazos ajustados y expectativas poco realistas, generan tensión y estrés continuo. Además, un equilibrio inadecuado entre el trabajo y la vida personal, así como una cultura de "disponibilidad total", contribuyen al deterioro de la salud mental y al agotamiento emocional.
El clima laboral negativo, caracterizado por el acoso, la falta de apoyo, la ausencia de reconocimiento y malas prácticas de liderazgo, también es un desencadenante clave. La falta de autonomía para tomar decisiones y gestionar las tareas puede llevar a la frustración, desmotivación y altos niveles de ansiedad. Asimismo, la inseguridad laboral y las condiciones físicas inadecuadas del entorno, como la mala ergonomía o iluminación, agravan estos problemas, afectando tanto el bienestar físico como mental de los empleados.
Soluciones: la necesidad de implementar políticas de apoyo
Programas de liderazgo y capacitación centrados en habilidades técnicas y directivas, así como en competencias como la inteligencia emocional y la gestión de personas, son soluciones eficaces para mitigar los efectos negativos de la mala salud mental en el trabajo. Estos programas deben también promover el bienestar y la resiliencia, ayudando a los empleados y líderes a gestionar la presión laboral de forma saludable.
Además, fomentar una cultura de liderazgo inclusivo y proporcionar herramientas como la capacitación en resolución de conflictos y comunicación asertiva contribuirá a crear ambientes laborales de confianza y
respeto. También es fundamental incluir programas de mentoring y coaching, que apoyen tanto emocional como profesionalmente a los empleados, reduciendo la brecha generacional. Al priorizar el equilibrio entre
trabajo y vida personal, las organizaciones podrán crear entornos laborales más saludables y sostenibles, captando y fidelizando el mejor talento en un mercado cada vez más competitivo.
“La creación de espacios de trabajo saludables no solo mejora la calidad de vida de los empleados, sino que también contribuye a la sostenibilidad y al éxito a largo plazo de las empresas”, concluye Mora.