La mitad de los trabajadores falta al trabajo y el 33% se ausenta sin baja

El absentismo sube 10 p.p en tres años y alcanza al 49% de la población ocupada, impulsado por las ausencias sin baja, que crecen 13 puntos desde la anterior consulta.

La mitad de los trabajadores falta al trabajo y el 33% se ausenta sin baja
comunicacionAHK
14 Oct 2025

El auge del absentismo, las ausencias de los trabajadores en su puesto ya sea con o sin baja médica, está en el foco mediático por su impacto directo en la productividad, la organización y los costes de las empresas, en un contexto donde el debate sobre la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas y la intención de ampliar el permiso de fallecimiento vuelven a incidir en la eficiencia y el bienestar en el trabajo. La OCDE sitúa a España entre los países de la Unión Europea con mayor duración media de los procesos de baja médica, y de acuerdo con la EPA y el Banco de España, los ocupados en situación de incapacidad temporal (IT) han pasado del 2,7% en 2019 al 4,4% en 2024. Este último organismo considera el incremento de las bajas por IT uno de los principales retos de la economía por sus efectos negativos tanto para las Administraciones Públicas como a nivel empresarial.

En su Barómetro de preocupaciones de las empresas, InfoJobs ya tomaba el pulso a este fenómeno y constataba que 1 de cada 3 compañías (35%) ha notado un aumento del absentismo respecto al año anterior. De hecho, lo sitúan en cuarta posición en el ranking de sus inquietudes, solo por detrás de la falta de talento cualificado, las dificultades para retenerlo y la desmotivación de la plantilla. Ahora, presenta su Informe sobre absentismo laboral, que revela que casi la mitad de la población ocupada (49%) se ha ausentado del trabajo en el último año, ya sea con o sin baja médica. El dato sube 10 puntos porcentuales respecto a la última consulta (2022), impulsado sobre todo por el aumento de las ausencias sin baja, que pasan del 20% al 33%, mientras que un 25% lo ha hecho con baja laboral (24% hace tres años).


El 85 % de las ausencias por salud mental están relacionadas con el trabajo

Pero el absentismo también tiene una relación cada vez más evidente con la salud mental y afecta, por tanto, a la calidad de vida de la población. El Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST) señalaba recientemente en una jornada técnica la «necesidad de actuar en las condiciones organizativas del trabajo» dado que los trastornos mentales son la segunda causa de IT en nuestro país. En este sentido, el informe de InfoJobs pone de relieve la fuerte vinculación entre trabajo y salud mental  el 85% de las ausencias por ese motivo tienen origen laboral y 4 de cada 10 personas (42%) apuntan al trabajo como origen exclusivo de los problemas de salud mental
que han ocasionado su ausencia. El origen laboral del problema de salud mental es mayor entre quienes cogieron la baja (50%), mientras que en las ausencias sin baja el porcentaje es del 33%, lo que sugiere que los problemas emocionales de menor intensidad también guardan relación con el ámbito profesional.

Estos datos evidencian el impacto de las condiciones laborales sobre el bienestar psicológico de los empleados y su capacidad para mantener la continuidad en el trabajo. Las diferencias entre las ausencias con y sin baja médica muestran, además  una brecha en la comunicación: los trabajadores que atraviesan algún problema de este tipo sin llegar a tramitar una baja tienden a no compartirlo con su entorno laboral.

De hecho, el 20% de quienes se ausentaron por salud mental reconoce no haberlo comunicado a nadie, lo que pone de manifiesto la falta de visibilidad que aún rodea este tipo de situaciones y la persistencia de barreras para hablar abiertamente de ello en el ámbito profesional.

Desde el lado de las compañías, en el Barómetro de Preocupaciones de las Empresas 2025 señalaban que algunos de los retos para abordar el absentismo de sus empleados tienen que ver con la dificultad para diferenciar el justificado del no justificado (con el 32% de las menciones), la falta de transparencia en los motivos de absentismo que dificultan la implementación de medidas preventivas (27%) y la falta de comunicación entre los trabajadores y los responsables (20%). La integración del bienestar psicológico en las políticas corporativas se presenta como un elemento clave para reducir el absentismo y para fortalecer la productividad y el compromiso.


La jornada de 37,5 horas se percibe como una oportunidad para mejorar la conciliación y el bienestar, pero con poco impacto en el absentismo

La reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales, que ha tenido un reciente revés parlamentario y aún no ha sido aprobada, es uno de los temas que más interés suscita entre los trabajadores. Es por ello que el informe recoge las percepciones de la población ocupada sobre cómo podría influir esta medida en varios aspectos. En términos generales la valoración es positiva (el 64% considera que la reducción de jornada mejoraría la conciliación, el 58% cree que aumentaría la satisfacción en el trabajo y el 59% opina que favorecerá la salud mental), sin embargo, llama la atención que más de la mitad considera que el nivel de absentismo no se vería impactado por la reducción de la jornada: para un 56% continuaría igual.

Además, los trabajadores señalan algunos desafíos: el 20% cree que la medida podría empeorar la organización y distribución del trabajo, y el 28% anticipa un aumento de la carga de tareas, especialmente en los entornos donde la coordinación entre equipos es más compleja.

En cuanto a las empresas, la reducción de la jornada laboral también aparece entre las 10 principales preocupaciones, aunque lo que más les preocupa es mantener la productividad (42% de las menciones), un aspecto que no es tan reseñable para la población ocupada.


Perfil del absentismo: las mujeres cogen más bajas, los autónomos y teletrabajadores los que menos, y los cuidadores los que más se ausentan sin ella

Volviendo al nivel de absentismo, el análisis por perfiles muestra diferencias significativas: las mujeres presentan una incidencia más alta, con el 50% de ausencia total y un mayor porcentaje de bajas médicas (28% frente al 25% general). Por edad, el tramo que más se ausenta es el de 45 a 54 años, que registra un 51% de ausencia total y un 36% sin baja; el que menos, el grupo de 55 a 65 años (la total desciende hasta el 47%). Por comunidades autónomas, el País Vasco ostenta el mayor nivel de absentismo: un 52% de ausencia total y un 31% que ha estado de baja (31%). Y según el modelo laboral, los presenciales alcanzan un 49% de ausencia total, con un 27% de bajas; los teletrabajadores se sitúan en el 50%, con un 38% que no ha cogido baja.

Sin embargo, dos perfiles destacan sobre el resto: los autónomos, porque son los que muestran un menor absentismo, sobre todo en la baja ‘formal’ (solo un 15%); y los cuidadores, por el peso elevado de ausencias ‘informales’, es decir, que no ha cogido baja (49%), muy superior al resto.

En este sentido, uno de los factores de ausencia para faltar al trabajo tiene que ver con tener que cuidar a un familiar o allegado, el cuarto motivo más mencionado (24%), lo que refleja el peso  creciente de las responsabilidades de cuidado en el equilibrio entre vida personal y laboral.

Aunque los tres más recurrentes tienen que ver con la salud: acudir a una cita médica encabeza la lista, señalada por casi la mitad de los trabajadores (49%); le siguen los problemas de salud puntuales —como resfriados, dolores o malestares menstruales (30%)—, y los temporales que requieren un periodo de recuperación, como una fractura o una intervención (29%).

De nuevo es especialmente reseñable el perfil del cuidador, ya que entre sus principales motivos de ausencia destacan el cuidado de un familiar o allegado (48%, el doble que el dato general), acudir a una cita médica (54%) y los problemas de salud mental (17%), todos ellos con una incidencia sensiblemente mayor que en el conjunto de la población ocupada.

Los resultados del informe confirman que el absentismo se consolida como un fenómeno estructural con múltiples causas, que van desde los problemas de salud física y mental hasta las dificultades de conciliación y organización del trabajo. La salud mental y las responsabilidades de cuidado emergen con fuerza como factores determinantes, mientras que la reducción de la jornada laboral se percibe, en términos generales, como una oportunidad para aliviar algunas de estas tensiones y favorecer el bienestar de los empleados.

"El absentismo es un grave problema para las empresas por sus implicaciones sobre la productividad y la capacidad operativa, y en general responde a problemas de salud o de índole personal que deben ser atendidos", señala Mónica Pérez, directora de Comunicación y Estudios de InfoJobs. "Su evolución pone de manifiesto la importancia de mantener un equilibrio entre la eficiencia y el bienestar en los entornos de trabajo, especialmente en un contexto de transformación económica y tecnológica que condiciona la organización laboral y la gestión del talento".

Categoría:
Mercado laboral

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