Más del 60% de los controllers están preocupados por la salud financiera de sus empresas
La 23ª edición de Controller Day, organizado por IKN Spain, reunió en Madrid a 40 expertos del sector financiero para abordar los desafíos del entorno económico actual.

Esta semana ha tenido lugar la 23ª edición del Controller Day, el evento de referencia para el mundo de la gestión financiera en España organizado por IKN Spain. La agenda de este año se consolidó como un punto de encuentro clave para profesionales del control y la gestión financiera empresarial.
Directivos de compañías como Goiko, AFI Inversiones, Europcar, Boston Scientific, Game, Grupo Santa Lucía, entre otras, compartieron sus perspectivas y vivencias sobre cómo el profesional financiero debe adaptarse para afrontar desafíos relacionados con la incertidumbre económica, la automatización y la sostenibilidad.
Herramientas para la simulación de múltiples escenarios
La planificación financiera comienza con el presupuesto y el análisis de desviaciones para anticipar el futuro cercano. Se evalúan a corto plazo los balances, enfocándose en decisiones financieras inmediatas más que en la estrategia global. Gracias a proyecciones y seguimiento de variaciones, se guía a la dirección para ajustar la estrategia en función de la situación financiera real.
“El nuevo controller debe poner la importancia en las personas, sin olvidar que es fundamental dominar la contabilidad; no todo puede hacerse con herramientas informáticas. Sería un grave error dejar de lado la parte económica y centrarse exclusivamente en la informática”, señaló José Ramón Cortés, financial controller de Game.
Garantizar el control y optimización de los costes financieros en el contexto actual
Durante las ponencias de Controller Day, se mencionó que el 82% de los controllers consideran que este año será más difícil que el anterior, reflejando un clima de creciente incertidumbre económica y desafíos financieros para las empresas. Además, más del 60% identifica como principal desafío mantener la salud financiera de sus empresas.
Esta percepción responde a factores como la inflación persistente, la volatilidad de los mercados, cambios regulatorios y la necesidad de adaptarse a nuevas tecnologías.
En este contexto, expertos como Carlos Casares, director Financiero de COFARES, subrayan la necesidad de optimizar los procesos financieros para alcanzar una mayor productividad con menos recursos. “En COFARES utilizamos herramientas de inteligencia artificial para monitorizar la atención al cliente y activar alertas tempranas ante posibles incidencias en la facturación, lo que nos permite resolver problemas rápidamente y evitar que se agraven”, explicó Casares.
Por su parte, Alberto Simón, director corporativo de Planificación y Control de Gestión del Grupo Santa Lucía, destacó durante la sesión: “Hay que apostar por automatizar muchos procesos, desde conciliaciones bancarias hasta filtros en RRHH, pero en el control de costes no es necesario utilizar tecnología muy puntera; el verdadero éxito está en que cada área sea responsable de su presupuesto. Seguimos utilizando mucho Excel, que nos permite manejar los datos con agilidad. La IA nunca reemplazará la inteligencia real, pero animamos a probarla y jugar con ella, ya que traerá cosas muy positivas en el futuro”.
Además de optimizar costes y procesos financieros, las empresas están integrando la sostenibilidad como un pilar estratégico. Por ello, la definición y seguimiento de KPIs ESG se vuelve esencial para alinear la gestión financiera.
Best Practices en la definición de KPIs de sostenibilidad
En un entorno empresarial cada vez más comprometido con la sostenibilidad, la definición y seguimiento de indicadores clave de desempeño (KPIs) relacionados con aspectos ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) se ha convertido en un elemento fundamental para garantizar la transparencia, el cumplimiento normativo y la creación de valor a largo plazo.
En este contexto, Francisco Luis Morillas, Controller Iberia en ENDESA - GRUPO ENEL, subrayó la importancia de anclar los KPIs de sostenibilidad a la normativa vigente, destacando que “el control que se dedica a los informes ESG está muy vinculado a la regulación; es imposible avanzar sin la asesoría legal adecuada”. Asimismo, señaló que la inteligencia artificial será clave en la automatización de procesos, la gestión del riesgo regulatorio y la mejora de la visualización de datos.
“Lo bueno de la sostenibilidad para un controller es que amplía su campo de capacidad dentro de la compañía. Hay métricas que quizá no se reflejen en el estado financiero a corto plazo, pero sí a largo plazo, contribuyendo a enriquecer el perfil y la experiencia profesional”, destacó Borja Tejada, CFO de METROVACESA.
En este panorama normativo en evolución, se destacó el Reglamento Ómnibus de la UE como un ejemplo de legislación que simplifica y mejora la aplicación de políticas, al modificar varios reglamentos en un solo acto, facilitando una implementación más eficiente y alineada con los objetivos de sostenibilidad y gobernanza en las empresas.
Impacto de la IA y digitalización en el Controlling.
Durante esta sesión se comentó cómo el sector económico es cada vez más dinámico y competitivo. Hoy en día, es imprescindible tener visibilidad en tiempo real sobre la situación financiera actual y capacidad para anticipar lo que ocurrirá en el futuro. Esto convierte al control financiero en una herramienta clave para la planificación estratégica, tanto a corto como a largo plazo.
La incorporación de tecnologías basadas en inteligencia artificial permite llevar el control financiero a un nuevo nivel: automatización del análisis, previsiones más precisas, y capacidad para detectar riesgos y oportunidades de forma proactiva. No obstante, su implementación no está ajena de retos. Uno de los principales es la calidad del dato: no solo es necesario disponer de información correcta, sino también de un histórico con la profundidad y el nivel de detalle adecuados.
En este contexto, los controllers son clave para garantizar la estabilidad financiera, gestionar riesgos y optimizar recursos en un entorno empresarial cada vez más complejo. Aunque muchas empresas cuentan con sistemas ERP y herramientas de reporting, gran parte del trabajo sigue realizándose en hojas de cálculo, lo que limita la eficiencia y el análisis. Por ello, la evolución del control financiero requiere no solo avances tecnológicos, sino también cambios culturales y organizativos, especialmente para adaptarse a la normativa y cumplir con los requisitos regulatorios.